Contribuyentes

14 oct 2010

Tato

Si no quiero hablar contigo no sé por qué no te elimino, si quiero salir contigo no sé por qué no te digo que sí. Me encantas. Y no sé que extraño efecto tienes en mí que así no te conozca te deseo de una manera casi incontrolable.

Cuánto me gustaba que vieras por webcam y me dijeras lo linda que me veía en mallas y vestidito corto. Siempre imaginaba con que vinieras a recogerme en tu auto verde, encontrar un lugar tranquilo y explorar un poco el asiento de atrás. Pero nunca me decidía, estúpido miedo que impide el deseo.

Dejé de hablarte porque mi carente decencia gritaba de inseguridad. Me pasé algunas tardes viendo tus fotos, las que tienes con tu familia, con tus amigos, en las fiestas, con tu hija (qué linda es, en serio) y con ella, ¿no habías terminado con ella? Sonrientes, ella sentada en tus piernas, pero qué celos, Tato, yo quiero estar ahí porque me muero por besarte y más.

Me prometes el cielo, bajarme cada estrella por probarme una vez, y aunque no lo dices así de claro lo puedo notar en cada espacio de tus palabras. Ganas no me faltan, sino decisión. El simplemente cerrar los ojos, decir que sí y salir de mi casa.

Lo único que nos limita somos nosotros mismos, nuestras ideas erróneas, los prejuicios, todos aquellos pensamientos que nos hicieron aprender de memoria se nos quedaron grabados y nos impiden hacer lo que queramos. Ahí están nuestras ideas machistas, homofóbicas y conservadoras. Ahí están todos nuestros pensamientos cuadriculados, el qué dirán y la tonta imagen que debemos reflejar ante la sociedad, los roles de género, esas estupideces que no te dejan ser plenamente tú.

Te borraré de mi cuenta de messenger para no verte conectado siempre, verte hablarme y no responderte. Pero te tendré en mi facebook por si tengo ganas de hacer el amor y mi novio tenga que corregir exámenes.

1 comentario:

  1. Muito boa história, Nadie. Seca, com força nua e crua.

    Estarei atento às novidades daqui.

    Um abraço

    ResponderEliminar